Todo niño tiene la edad adecuada para aprender cada cosa, y decimos “adecuada” porque algunos de ellos aprenden ciertas cosas antes o después de la edad indicada, lo cual no necesariamente está mal, pero no es lo correcto.
Empezaremos hablando de los niños de 3 años. Los niños de esta edad suelen copiar lo que ven a los adultos o amigos hacer, así que debemos tener cuidado con eso. Empiezan a entender sobre lo que les pertenece o lo que le pertenece a alguien más. Pueden decir y escribir decir su nombre, también sabe su edad y sexo. Pueden correr, bajar o subir escaleras lentamente. Se empiezan a mostrar cada vez más independientes, se separan de sus padres con facilidad y pueden vestirse y desvestirse solos. Empiezan a ser más sociables y sus conversaciones son de unas pocas oraciones. Se preocupan por si alguna persona de su entorno llora y suelen ser muy demostrativos con sus emociones.
Los niños de 4 años están llenos de energía y empiezan a ser independientes, ya que ellos solos guardan su ropa, se cepillan los dientes, tienden su cama y gustan colaborar con los quehaceres del hogar. Algunas veces son inestables en cuanto a sus emociones, ya que pueden estar felices y al momento siguiente llorar, sin algo aparente que lo provoque. Quieren imponer lo que ellos quieren por encima de lo que digan sus padres, y esto hace que se vuelvan desafiantes con ellos. Es bastante creativo e imaginativo cuando juega, pero no logra separar lo real de la fantasía. Sabe relatar cuentos y recuerda diversas partes del mismo. Nos comenzara a preguntar mucho el “por qué” de algunas cosas, a lo cual es recomendable que les respondamos con la verdad siempre que sea posible.
En la edad de 5 años, nuestros hijos mostrarán una mejoría considerable en sus movimientos; serán más ágiles y como resultado de esto, podrán andar en bicicleta y similares, podrán dar volteretas, columpiarse y también trepar a diversos sitios y por ello, deben estar bajo la vigilancia de un adulto para evitar posibles accidentes. Empezará a hablar muy claramente, podrá decir su dirección y nombre sin problemas. Su creatividad e imaginación aumentarán, ya que podrán contar historias no muy complejas, pero usando oraciones completas. Hablan con mucha claridad y preguntarán cosas muy a menudo, así mismo, dirán palabras que las personas a su alrededor hablan con enfado o enfatizando. Debemos tener cuidado con esto ya que ellos empezaran a usar las palabras que escuchan más a menudo en su entorno. En esta etapa, ya se darán cuenta de lo que es fantasía o realidad.
Se deberá prestar mucha atención al niño, ya que, dentro de su aprendizaje y crecimiento, puede presentar indicadores negativos. Si notamos que nuestro hijo pierde alguna habilidad anteriormente adquirida o no muestra algunas características que anteriormente mencionamos dentro de su edad, es recomendable que acuda a ver a un especialista para evitar futuros inconvenientes.
No hay nada más gratificante para nosotros, que ver cómo crecen nuestros hijos no solo en tamaño, sino también en conocimientos y habilidades, y no hay sensación mejor que sentir que hemos contribuido en este proceso.
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