Si usted se pregunta si tener un espejo en la habitación de nuestros bebes es necesario, pues si, si lo es. Un espejo tiene múltiples beneficios en el desarrollo de los niños durante sus primeros años de vida. Aquí le contaremos en que ayuda a nuestros hijos el tener un espejo en el cual verse.
En primer lugar, ayuda al niño a tener conciencia de sí mismo, las habilidades que poseen y ciertas posibilidades de lo que pueden hacer en el entorno que les rodea. Ellos al principio no tomaran importancia de su reflejo y creerá que es otro bebé que está al otro lado, lo cual le causará regocijo y alegría. Posteriormente intentara tocar a ese otro bebe reflejado, interactuará con el hasta que descubran que es su reflejo y es ahí cuando conocerá su apariencia. Todo esto ayudara a que madure el cerebro del niño, mejorara su coordinación y serán más precisos al moverse.
Los espejos también ayudan al niño a descubrir juegos, pero para ello, es necesario contar un espejo seguro con el que el niño pueda interactuar sin que este se rompa y lastime a nuestros hijos. Uno pequeño donde él pueda verse, que este pegado a la pared para que no se rompa (porque los bebés suelen darle manotazos al espejo) y que tenga los bordes protegidos para evitar que se corte seria lo mejor.
Les favorecerá a ser activo, podrá observar objetos que estén en la habitación y podrán ir o tratar de ir hacia ellos.
Después de unos cuantos meses, se recomienda poner el espejo en vertical para que ellos puedan verse de cuerpo entero, lo cual le ayudará, por ejemplo, a la hora de vestirse y esto a su vez mejorara su autonomía.
Siempre se debe ayudar al niño al verse en espejo hasta que ellos sean lo suficientemente grandes, ya que al principio probablemente se asusten. Esto también nos ayudará a interactuar con ellos o mejor aún, jugar con nuestros hijos frente a un espejo.
En primer lugar, ayuda al niño a tener conciencia de sí mismo, las habilidades que poseen y ciertas posibilidades de lo que pueden hacer en el entorno que les rodea. Ellos al principio no tomaran importancia de su reflejo y creerá que es otro bebé que está al otro lado, lo cual le causará regocijo y alegría. Posteriormente intentara tocar a ese otro bebe reflejado, interactuará con el hasta que descubran que es su reflejo y es ahí cuando conocerá su apariencia. Todo esto ayudara a que madure el cerebro del niño, mejorara su coordinación y serán más precisos al moverse.
Los espejos también ayudan al niño a descubrir juegos, pero para ello, es necesario contar un espejo seguro con el que el niño pueda interactuar sin que este se rompa y lastime a nuestros hijos. Uno pequeño donde él pueda verse, que este pegado a la pared para que no se rompa (porque los bebés suelen darle manotazos al espejo) y que tenga los bordes protegidos para evitar que se corte seria lo mejor.
Les favorecerá a ser activo, podrá observar objetos que estén en la habitación y podrán ir o tratar de ir hacia ellos.
Después de unos cuantos meses, se recomienda poner el espejo en vertical para que ellos puedan verse de cuerpo entero, lo cual le ayudará, por ejemplo, a la hora de vestirse y esto a su vez mejorara su autonomía.
Siempre se debe ayudar al niño al verse en espejo hasta que ellos sean lo suficientemente grandes, ya que al principio probablemente se asusten. Esto también nos ayudará a interactuar con ellos o mejor aún, jugar con nuestros hijos frente a un espejo.
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